Ana vuelve al pueblo en verano con la intención de montar un cine en el patio de una vieja casa familiar. Un día está trabajando en su proyecto y se encuentra con Lucía, una vieja conocida. Ella lleva años sin verla, pero rápidamente se pone a ayudar a Ana para que el cine funcione correctamente. Comienzan las proyecciones mientras la relación entre Ana y Lucía se estrecha. Ana está preocupada por sentirse integrada en el pueblo, mientras que Lucía la propone filmar con su videocámara a los diferentes vecinos para que aparezcan en las proyecciones. El verano sigue su curso y el pueblo se va vaciando, mientras Ana y Lucía continúan grabando escenas. Pronto llegará la fecha en la que Lucía se irá del pueblo para regresar a su vida en la ciudad, pero Ana no quiere renunciar a su nuevo modo de vida en el pueblo.